Uno de los más constantes dolores de cabeza de muchos es la llegada del recibo de luz. Ese pequeño pedazo de papel puede hacernos saltar de alegría o deprimirnos. Todo depende de cómo nos vaya en la feria.

Uno de los más constantes dolores de cabeza de muchos es la llegada del recibo de luz. Ese pequeño pedazo de papel puede hacernos saltar de alegría o deprimirnos. Todo depende de cómo nos vaya en la feria.